Había claros indicios de ira ligeramente reprimida en los ojos de Sean.
Sean apretó los puños con fuerza. “¿Ella te dijo eso?”.
Nicole sonrió. “No. Nunca hablamos de esas cosas, pero eso no significa que no lo sepa”.
La expresión de Sean se alivió un poco.
“Solo quiero explicárselo a ella”.
“Por lo que sé, las personas que fuimos tras ella esa noche fuimos Julie y yo. Tú ni la llamaste una sola vez y ni te preocupaste por su seguridad. ¿Por qué estás tan ansioso ahora?”.
Nicole le sonrió. Un rastro de incomodidad brilló en los ojos de Sean.
El ambiente se quedó en silencio durante unos segundos.
Ella suponía que era porque él no quería hablar con ella de esas cosas.
Tampoco le importaba escucharlo.
Nicole curvó los dedos y golpeó dos veces el escritorio. Su tono era tranquilo y apacible.
“Vete. Ella te verá si quiere hacerlo. Es inútil que vengas a mí”.
Sean miró a Nicole. Sus labios estaban apretados en una línea recta.
Sus ojos eran oscuros y sombríos, conteniendo un