Capítulo 143

—Canalla, el señor Sebastián me mandó a decirte algo. Un hombre de mediana edad sostenía una pistola con un cigarrillo colgando de sus labios. Un subordinado rápidamente se acercó para encenderlo. El hombre de mediana edad inhaló profundamente y, exhalando una gran nube de humo, dijo lentamente: —En la vida, no se debe ser demasiado codicioso. Alejandro esbozó una sonrisa fría. ¿Qué significa ser codicioso? Antes de tratar a Tomás, ya había establecido esa condición; la elección era de Sebastián. Era como poner un precio fijo. Al final, Sebastián personalmente llamó para aceptar sus condiciones. Él curó a Tomás, pero después, Sebastián envió a alguien para atentar contra su vida. No era él quien era codicioso, sino Sebastián, quien era deshonesto, perjudicando a aquellos que lo ayudaron después de alcanzar sus propios objetivos. —Canalla, te enviaré a la muerte. El hombre de mediana edad, después de terminar su cigarrillo, puso el dedo en el gatillo. Se sorprendió de la calma d