Capítulo 131

La invitación ostentaba un gran título en su parte superior: Banquete del Dragón y el Tigre. Carmen sostenía la liviana invitación, que, sin embargo, se sentía increíblemente pesada. Como la figura más prominente en el mundo empresarial de la ciudad A, Carmen era, naturalmente, el blanco principal de los hermanos de la familia Torres. Incluso el obispo Hugo de la Iglesia de la Niebla ya había formado una alianza con ellos. Carmen respiró hondo y le dijo a Hugo: —Estaré allí en tres días. Hugo sonrió levemente: —Señorita Carmen, como huésped de nuestra iglesia, me siento obligado a ofrecerle un consejo amistoso. —Señor Hugo, adelante. —Los hermanos de la familia Torres, Alonso es el mayor y Julián el menor. Esta vez han llegado a la ciudad A como un viento fuerte que dobla la hierba; solo quien se rinda podrá sobrevivir. Dicho esto, los dos monjes se subieron a un coche lujoso y se marcharon de inmediato. ¿Rendirse para sobrevivir? Carmen soltó una risa fría. ¿Acaso la familia Torres pi