Su simple pregunta hizo que Jacqueline se sintiera como si acabara de caer en una bodega de hielo. Su rostro comenzó a palidecer a una velocidad visible a simple vista. “Henry… ¿de qué estás hablando? ¿Quién es Liam?”.
"¿Lo estás negando?". Henry entrecerró los ojos peligrosamente. “¿Pensaste que te enviaría a ti y a tu padre al extranjero sin que nadie los vigilara? Ya he descubierto todo entre tú y Liam. Él es el hombre a quien has amado desde el principio, ¿verdad?".
"Yo...". Jacqueline retrocedió inconscientemente. Sus piernas se debilitaron por la culpa. Después de tambalearse dos pasos hacia atrás, cayó al suelo sobre su trasero.
¡Lo sabía!
¡Se enteró de todo!
No es de extrañar que fuera tan frío con ella cuando volvió esta vez. Entonces esta fue la razón.
Una mirada helada cruzó por los ojos de Henry cuando vio la mirada nerviosa en su rostro. “Parece que di en el clavo. Nunca me has amado. Solo te quedaste conmigo por los beneficios que los Lancaster podrían aportar a los