Capítulo 94

Pilar, al escuchar esto, rompió en una radiante y alegre sonrisa. Nicolás, por el contrario, dejó caer su expresión y, pisoteando el suelo, exclamó: —¡Hermana! ¡Tú y yo somos familia! Al ver que Pilar ya se había levantado y se dirigía hacia él, Nicolás rápidamente dio media vuelta y salió corriendo por el mismo camino por el que vino. Antes de irse, no olvidó gritarle a María:—¡Hermana! ¡No te olvides de mi talismán contra los mezquinos, luego paso a buscarlo! Pilar solo estaba bromeando, así que aprovechó el momento para tomar su bolso y prepararse para irse. —Agradezco el talismán de antemano. Si resulta efectivo, te presentaré más "negocios". Mientras decía esto, le guiñó un ojo a María intencionadamente. Sin embargo, su rostro no mostraba ni un atisbo de desdén por el hecho de que María cobraba por sus servicios de adivinación. María le devolvió una leve sonrisa y le ofreció un pequeño consejo adicional: —El talismán para atraer la mala suerte en el amor debe llevarse siempre enci