Capítulo 46

Cuando las palabras llegaron a este punto, ya nadie tenía dudas sobre qué tipo de familia era la familia García. La simpatía y el entusiasmo iniciales se transformaron instantáneamente en desprecio y desdén. Diego y Carmen estaban a punto de escupir sangre, sin comprender el arrebato repentino de su esposa y madre. Carmen comenzó a llorar mientras intentaba explicar: —No es así, mi mamá está diciendo tonterías, nosotros no tratamos así a mi hermana... Pero antes de que pudiera terminar, se escuchó una carcajada entre la multitud, proveniente de la misma joven con vestido negro que al principio se burlaba de ella por creerse una princesa. —Basta ya, todos en ciudad J ya escucharon los planes de la familia García, ¿y todavía pretenden disimular? Varios estallaron en risas burlonas y despreciativas. Carmen, que nunca había sufrido tal humillación en su vida, se cubrió el rostro y, sin preocuparse por Ana y Diego, empujó a la multitud para salir corriendo. Sin embargo, después de solo unos