Capítulo 34

Los hijos de la familia Fernández, todos con millones de dólares de dinero de bolsillo, comprar una casa y mudarse es simplemente una cuestión de pasar la tarjeta. Sin embargo, la familia Fernández sigue viviendo junta, todo porque el abuelo no permite que se muden. Ahora que lo pienso, ¿cómo es que de repente siento un poco de envidia por María? Pedro no tenía idea de los deseos latentes de sus sobrinos. Viendo que María no cedía, él ya lo había previsto y había hecho un plan antes de venir. —Si realmente no quieres volver a casa, no hay problema. Anoche, papá compró una villa en Villa del Sol Naciente. Si quieres, podemos mudarnos allí los tres. "Nosotros" se refería a él, a María y a Bruno. Mudarse y vivir afuera impediría que los otros niños de la casa pudieran mostrarle mala cara a María, y Pedro podría usar esto para recuperar un poco de la relación padre-hija. Pedro hablaba con sinceridad, lo que sorprendió a Nicolás y los otros dos, quienes secretamente estaban planeando conseg