Zachary dijo con desagrado: "Está sucio".
Dio a entender que el maletero tenía mucha suciedad.
"Señor Schick, podemos poner una hoja de papel de color en su lugar. Puedo prepararlo ahora. Seguro que la Señora Schick se alegrará por la sorpresa".
Zachary abrió los ojos de par en par y empezó a juzgar al Asistente Yair. Preguntó: "¿Le gustará?".
"A las chicas siempre les gustan las sorpresas".
Zachary no hizo más comentarios. Eso significaba que estaba de acuerdo con el Asistente Yair.
El Asistente Yair trabajó para Zachary durante muchos años. Entendió al instante lo que quería decir y le dio instrucciones a los pocos guardaespaldas que estaban detrás para que empezaran a trabajar. Unos diez minutos más tarde terminaron por fin.
El asistente invitó a Zachary a comprobarlo. El hombre tiró su colilla y fue a revisar el maletero. Estaba lleno de bocadillos con una capa de rosas encima.
Zachary comentó: "Bastante esfuerzo extra".
Al Asistente Yair no le importó en absoluto el come