Capítulo 98 No hay que tomárselo en serio

Emilio hizo una pausa: —Lo que quiero decir es que en asuntos del corazón se puede competir justamente, pero tus tácticas no son astutas, incluso pueden hacer que los hombres se disgusten, y además, no concuerdan en absoluto con tu identidad; es una falta total de dignidad. En el amor, ganar sin arrogancia, perder sin enojo, eso es tener clase. Nancy sonrió con autodesprecio: —¿Crees que no sé lo estúpida que ha sido mi conducta? ¿Entiendes esa sensación... de estar completamente desesperada? Hice tanto y aun así fui abandonada, Daniela no tuvo que hacer nada para vivir en la misma casa que José durante veinte años. Emilio, tú que eres tan libertino, no comprendes lo que es amar y no ser correspondido, pero el día que realmente te enamores de alguien de quien no puedas separarte, entonces lo entenderás. Emilio no esperaba que la conversación se tornara hacia él, y con algo de embarazo tosió levemente: —Está bien, si no puedo convencerte, ya no lo intentaré. Al menos... ahora quien vi