Capítulo 67 Él alguna vez fue muy bueno con ella

Daniela, sin razón aparente, recordó su infancia, aquella época en la que temía a los truenos. Una noche, en ausencia de Héctor y mientras una tormenta desataba fuertes truenos, se encontró llorando al pie de la cama. José, de manera inesperada, abrió la puerta de su habitación y con voz indiferente dijo: —Ven a dormir conmigo esta noche. Es por eso que, a pesar de lo mucho que lo odia, ella sigue acercándose a él, recordando esos escasos momentos en los que él mostró bondad. Al menos, hubo un tiempo en el que fue muy bueno con ella, pero ahora, ella desea perdonarlo y perdonarse a sí misma. —Señor, usted ha regresado... La voz de Natalia cortó la tensión del ambiente, y José, visiblemente molesto, soltó a Daniela, se calzó con seriedad y subió las escaleras. El rostro de Natalia palideció: —Señorita Daniela... lo siento, no fue mi intención. Daniela sonrió: —No te preocupes, está borracho, ve a descansar, ya es tarde. Al subir las escaleras y al pasar por la puerta de José, Daniela no