Capítulo 60 Acompañándolo a él

Él la miraba con indiferencia: —¿Tienes alguna objeción? Daniela apretó los dientes en secreto y le lanzó la ropa de vuelta: —¡Entonces no me la pondré! ¡Prefiero salir desnuda! José frunció el ceño, cogió la chaqueta y la envolvió con ella, sujetándola fuertemente con sus brazos: —Si te la quitas otra vez, te desnudaré por completo. Eras muy obediente durante tu adolescencia, ¿ahora te rebelas a esta edad? ¿No es un poco tarde para eso? Desafiante, Daniela murmuró: —Tampoco eres más joven que yo, ¿qué derecho tienes para hablar de mi edad? Él decidió no responder, sabiendo que de lo contrario la discusión continuaría. Se limitó a abrocharle el cinturón de seguridad y, con rostro serio, puso el coche en marcha. Tras cuarenta minutos de viaje, se detuvieron frente a un conjunto de edificaciones opulentas que ocupaban una extensa área. A primera vista, parecía un lujoso club privado, pero una observación más detenida revelaba una placa junto a la puerta que decía "Casa Gómez".