Capítulo 31 Nunca antes había querido verlo tanto

Esta noche, Daniela tuvo una serie de pesadillas inquietantes y, al despertar, aunque los sentimientos de pánico y miedo aún no se habían disipado por completo, no podía recordar el contenido de los sueños. En su sueño, parecía haber perdido algo. Ya era de día afuera, y el sol brillaba intensamente. Como de costumbre, pasó un tiempo en el jardín observando las flores y plantas, luego fue a la tienda a comprar algunas frutas y flores para llevar al cementerio donde descansaba su madre. Hacía tiempo que había regresado, pero esta era la primera vez que visitaba el lugar. No sabía por qué, pero antes sentía una ligera resistencia, o quizás no era resistencia, sino miedo; temía que la tumba le recordara que las personas importantes para ella se habían ido, y que ella estaba sola... El césped alrededor de la tumba era espeso y había árboles frondosos y desconocidos, con una brisa fresca y suave que parecía temer perturbar la paz del lugar. La pequeña fotografía en blanco y negro