Capítulo 75
Víctor frunció el ceño, impaciente, y con un gesto de la mano dijo: —No es nada, puedes retirarte.
—Entendido, presidente.— respondió la otra voz.
Después de colgar, Víctor llamó a Julia con una voz extremadamente fría: —¿Has tocado algo en mi oficina?
Sobresaltada por la acusación, Julia respondió con dulzura: —No, cuando me dijiste que tenías una reunión, me fui.
—¿Alguien ha movido algo en tu oficina?— preguntó Julia inocentemente.
Víctor, presionando su frente dolorida, dijo: —No es nada.
Sin esperar respuesta, colgó el teléfono.
Julia, apretando el móvil, mordió ferozmente su labio, sus ojos llenos de malicia e implacabilidad.
¡Isabel! ¡No te dejaré escapar!
Tras reflexionar, marcó otro número. Cuando la llamada se conectó, su expresión era sombría: —¡Necesito que te ocupes de alguien!
La persona al otro lado del teléfono dijo algo que cambió la expresión de Julia, pero aun así aceptó: —Está bien, te espero esta noche en El Rincón del Sol 1208, ¡asegúrate de no ser visto por los p
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