Capítulo 5
"No quiero ir..."
Inconscientemente, esas palabras salieron de la boca de Stella.
Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, hizo una pausa y dijo: "Sr. Paul, lamento mi comportamiento, pero no quiero ir..."
Su voz era firme. "Como usted sabe yo acabo de regresar a causa de este contrato. Ahora que todo está en marcha, quiero volver a Francia y trabajar en la oficina central de la empresa como antes".
Después de su divorcio y de lo ocurrido hace seis años... no quería volver a ver a ese hombre. Sus palabras...
"No quiero a ese niño..." Todavía resonaban en su mente.
Después de regresar... no quería verlo. Ese hombre de sangre fría y corazón de piedra ya le había roto el corazón mil veces, y no quería volver a experimentar ese dolor.
Tal vez en el fondo no era capaz de olvidarlo por completo o tal vez había algo más...
Sin embargo, estaba segura de una cosa: no quería encontrarse con él.
Si aún quedaba un poco de amor en su interior, quería eliminarlo lo antes posible y mantenerse alejada de él.
Jack la miró y le dijo: "No es que no quiera que vuelvas, pero ahora sabes que la compañía fue comprada por el Sr. RK, y si te vas del país o no... Será decisión de él..."
¿Qué?
Hace seis años, su matrimonio había estado en sus manos, y ahora su trabajo...
Ella se resistía a dejar que él decidiera su futuro ...
Se sentía como si hubiera caído en una trampa.
Ella quería permanecer lo más lejos posible de él.
Jack la miró a la cara y supo que no se encontraba de buen humor por lo que le dijo: "De acuerdo, entonces vete y descansa un poco. Después de que el Sr. RK se haga cargo de la empresa, puedes solicitar tu permiso de nuevo..."
"Solicítaselo..."
Ahora, él decidiría si se iba o no.
Cuando pensó en aquello, sintió como si su cabeza estuviera a punto de explotar...
Ahora mismo, ella no quería nada... Solo deseaba irse de ese lugar.
Sabía que él llegaría en cualquier momento y que existía la posibilidad de encontrarse con él. Así que, al menos por ahora, lo mejor para ella era marcharse lo más rápido posible, para poder evitarlo...
No dijo nada y se dispuso a retirarse.
Pero justo cuando dio el primer paso, oyó a alguien...
"Sr. Rk..."
Se paró en seco...
Unos pesados pasos se acercaban a ella. De repente su corazón se aceleró, y no supo por qué, pero se sintió nerviosa...
Tal vez era porque no lo había visto en mucho tiempo y ahora...
Estaba delante de ella...
Levantó la vista y vio al hombre llegar rodeado de varios guardaespaldas. Parecía un rey, mientras se aproximaba...
El hombre vestía un traje negro y una camisa blanca. Mientras avanzaba, se ajustaba el reloj que llevaba en la muñeca. Entre toda la gente, él se veía muy guapo y diferente. Como una luna rodeada de estrellas...
Era muy apuesto y sexy, por lo que muchos se sentían atraídos por él. Pero debido a su aura, la cual decía... "Mantente alejado". Nadie se atrevía a acercársele.
Habían pasado seis años ...
Sin embargo, cuando se encontró con él, su corazón ya se agitó.
Al principio, cuando él llegó, ella se detuvo inconscientemente...
Pero ahora quería escapar...
No deseaba verlo, porque ya no había nada entre ellos...
Mientras pensaba en eso, ajustó su respiración, bajó la cabeza, y decidió pasar a su lado...
De pronto...
Un brazo se le adelantó y la detuvo. "Srta. Richard, por favor, deténgase".
Un guardaespaldas la interrumpió bruscamente...
Ella frenó y vio que RK estaba delante de ella. No estaba muy lejos así que podía oler la leve fragancia que desprendía su cuerpo...
Su aura era muy fuerte y la envolvió debido a que él medía un metro ochenta y ocho.
"Stella Richard"
Pronunció palabra por palabra...
Mientras lo hacía, la atención de todos se centró en ellos...
Sus fríos ojos la miraban como si estuviera observando a un extraño, pero al hablar parecía como si se conocieran...
Él habló como si estuviera masticando un nombre intrigante.
"Tú te quedas..."
Tan pronto como lo dijo fue como una bomba para ella...
Sus palabras eran directas, y su significado era claro.
No solo se había reunido con aquel hombre nada más volver, sino que incluso si volvía a Francia o no, era algo incierto...
"Sr. RK, Stella acababa de volver y todavía sufre algo de jet lag, así que le aconsejé que se fuera y descansara un poco".
Jack Paul se acercó e intentó ayudarla. "Además, en estos días ha estado muy ocupada con los asuntos de la empresa y no ha descansado bien. Es lógico que se vaya temprano..."
Él tenía una buena impresión de ella. En los últimos años la había visto trabajar y sabía que era muy diligente. Así que siempre la cuidaba.
Por eso no quería que arruinara su primera impresión.
RK se limitó a escucharlo, pero no dijo nada. Como él no hablaba, nadie se atrevía a emitir sonido alguno. Después de un rato, siguió en silencio y avanzó...
Ella suspiró aliviada. Al mirar su espalda pensó que él se había ido, y se dispuso a marcharse...
Pero, una fría voz resonó en su oído. "Stella Richard, sígueme..."
****
Ya había pasado una hora...
Todo ese tiempo él no le habló y no la dejó irse. Se limitó a dejar que lo siguiera.
Durante el trayecto, el Sr. Paul le fue mostrando la empresa y los asuntos internos y externos. En ese tiempo, no volvió a mirarla y la distancia entre ellos era la misma que existía entre un jefe y una empleada.
"Ding... Dong..."
De repente, sonó una alarma.
Ella rápidamente sacó su teléfono y la apagó. Ya eran las 4 de la tarde.
La había puesto para recoger a su hijo del colegio porque temía que se le olvidara cuando estuviera ocupada con su trabajo.
Aunque había mucha gente nadie hablaba más alto que RK cuando iban a su lado. Por eso su alarma pareció muy ruidosa e inapropiada en esa situación...
Ella bajó la cabeza y se preparó para ser regañada nuevamente...
"Eso es todo. Paremos aquí".
Su calmada y fría voz llegó a sus oídos. "Detengámonos por hoy. Si tienen algo que informar, hablen con mi asistente, me retiro... Tengo que recoger a mi hija del colegio".
Tan pronto como dijo eso se fue...
"Boom".
Sintió que la cabeza le iba a estallar.
Era la misma sensación que había tenido cuando él le había dicho que no quería a ese niño.
Así que esa era la razón... él ya tenía una hija.