Capítulo 103
Stella le apartó la mano y dijo de forma un poco forzada: “¡Escucha, Tristan! Lo siento… No lo vuelvas a mencionar, no quiero herirte, de veras”.
“¡Stella Richard!”, exclamó alguien de pronto.
La voz baja y profunda de un hombre pareció salir de la nada.
Cuando Stella se volvió, vio una figura muy conocida caminando hacia ellos.
La fría mirada de RK estaba fija en Stella. Sus ojos sombríos emitían un poder capaz de ponerle los pelos de punta a cualquiera.
Al verlo, Stella suspiró, preguntándose por qué tendría tan mala suerte.
¡Cada vez que iba o venía de almorzar, se encontraba con este hombre!
RK pasó a su lado, la miró y dijo con frialdad: “Ya el descanso del almuerzo está por concluir. ¡Ve a trabajar!”
Ella no supo qué contestar.
Él era el jefe y acababa de darle una orden, así que no podía hacer otra cosa, excepto volver a la oficina.
Después de que RK terminó de hablar, sus fríos ojos azules se posaron en Tristan, que estaba junto a ella. Sus miradas se encontraron.
En cada uno

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