Capítulo 61

—¡He crecido contigo! —Ana trató de mantener una expresión neutral. —¿Y eso qué? De todos modos, eres la señorita Ruiz. Respondió Carlos, apretándola un poco más fuerte en sus brazos. Carlos miró a la chica que tenía en sus brazos, nerviosa, queriendo resistirse pero sin atreverse a moverse. Comparada con su usual actitud fría y distante, ahora parecía más accesible y humana. La colocó en el sofá, con sus manos largas apoyadas en el respaldo y el asiento del sofá, encerrándola entre sus brazos. —Antes no, pero ahora has crecido, y en realidad no tenemos relación de sangre, los sentimientos son diferentes... Sus ojos brillaban con suavidad y una sonrisa se formó en sus labios mientras se acercaba lentamente al oído de Ana. —Especialmente porque eres mi salvadora... La voz suave y magnética del hombre era tan agradable que llenaba a uno de una sensación de satisfacción. El cálido aliento de sus palabras acariciaba su oído, haciendo que el corazón de Ana se saltara un latido y su cuerp