Capítulo 187
—¿Todavía puedes comer? — bromeó Ana.
Ignacio se rió a carcajadas.
Aunque Ana es delgada, tiene un apetito sorprendente. A diferencia de muchas jóvenes que comen poco en cada comida para mantener su figura, Ana siempre termina todo en su plato y, además, adora los dulces.
—Devuelve esto, pero dime, ¿cómo lograste que te liberaran? — preguntó él.
Había pasado la tarde buscando a alguien que ayudara a obtener la libertad bajo fianza de Ana, pero al mencionar a Raquel e Iker, nadie quería colaborar, aduciendo que no podían permitirse ofenderlos ni desafiar su posición.
Fue entonces cuando recibió la llamada de Isabel informándole que Ana había regresado.
Seguía intrigado sobre cómo Raquel e Iker habían conseguido liberar a Ana tan fácilmente. Tras investigar, descubrió que Federico y Silvestre habían acudido a la estación de policía.
—¿Conocías también a Federico?
—¿No fuiste tú? Entonces fue... — Ana parecía sorprendida.
De repente, en su mente apareció la imagen de alguien envidiable, ¿
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