Capítulo 182
Finalmente, no tenía que preocuparse más por perder su capacidad de hablar en el futuro.
—¡Mamá, puedo hablar!
exclamó emocionado, alzando la vista y notando cómo todos en la habitación lo observaban como si estuviera loco.
Pablo: "..."
—Ya que no tienes impedimentos para caminar, ¡vamos juntos! —propuso Néstor.
Pablo, pensando que Ana sería condenada, asintió en acuerdo.
¡Estaba ansioso por ver con sus propios ojos cómo ese campesino era enviado a prisión!
Néstor guió a los dos hombres de vuelta a la comisaría bajo la atenta mirada de todos y se dirigió directamente a la celda temporal.
En ese momento, Silvestre y Federico acababan de salir, quedando solo un joven policía y Ana.
Pablo observó a Ana, que estaba sentada en la celda jugando con su móvil y aparentemente de buen humor.
Deseaba que Sergio viera cómo se encontraba ella ahora.
Raquel siempre había sentido que algo no cuadraba, pero su orgullo la hacía ignorar esa sensación temporalmente.
—¿Cómo es que Ignacio ni siquiera te
Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil