Capítulo 178

Abusar del poder no es más que eso. Ignacio, furioso, apretó los puños. Si fuera más fuerte, Ana no tendría que sufrir tales indignidades. —¿Por qué no lo negaste? —le preguntó a su hermana. Eso les habría dado una oportunidad. —¿De qué habría servido negarlo? —respondió Ana. El subdirector Iker se encargó personalmente de este asunto, claramente conspirando con Raquel para inculparla. Ese es el poder de la autoridad. Ignacio apretó aún más los puños, pero intentó mantener la voz tan suave como pudo al consolarla: —No tengas miedo, tengo algunos compañeros en la comisaría. Voy a hablar con ellos, seguro que te absolverán. Ana sonrió débilmente. —Gracias, hermano. No tengo miedo. Esa palabra, "hermano", llenó a Ignacio de fuerza. ¡No podía permitir que Ana fuera encarcelada y marcada de por vida! --- En otra parte. Palacio de Las Estrellas. Carlos estaba sentado en el sofá, jugando al ajedrez en su tableta, con Tiramisú, su cerdo, acurrucado a su lado, roncando suavemente. Un hombre y