Capítulo 100

Después de que Andrew le diera a David algunas instrucciones más, subió las escaleras. Abrió suavemente la puerta de la habitación principal. Al ver a Madelyn tumbada en la cama mientras dormía profundamente, suspiró y se quitó la chaqueta. Intentó darle la vuelta con cuidado, pero ella abrió los ojos de forma desorientada en cuanto la tocó. La expresión perezosa de su rostro se asemejaba a la de un gatito soñoliento y adorable. “¿Te desperté?”, preguntó Andrew en voz baja. Madelyn respondió entre dientes. Estaba claro que seguía fatigada. “No duermas así. No es bueno para tu corazón. Sé una buena chica”, dijo él. Ella se dio la vuelta obedientemente. Tenía la costumbre de dormir boca abajo con la cabeza cubierta. Andrew siempre la había reprendido por su mala costumbre, pero ella volvía inconscientemente a su viejo hábito cada vez que él no estaba. Una sonrisa indulgente se dibujó en el rostro de Andrew. Tenía muchas preguntas para ella, pero se contuvo al ver lo adormilada que