Capítulo 390
Paula se rió por lo bajo y lanzó de nuevo la caja.
Nadie notó que, en el instante en que la caja fue arrojada, un leve golpe dejó al descubierto una pequeña rendija, revelando una delicada aguja dorada que brilló con un destello intenso.
Sin embargo, solo fue un segundo. El destello se apagó de inmediato.
Nadie lo percibió.
...
En el helicóptero que se dirigía a Ríoalegre, Ángeles estornudó dos veces seguidas, provocando de esta manera que Emilio, sentado junto a ella, soltara con su tono característico:—Mira nada más, cuánta gente te odia.
Ángeles, cansada recostada contra la cabina, cerró los ojos intentando descansar.
Pero a Emilio le encantaba provocarla. Se acercó un poco más, casi al punto de susurrarle al oído, y le dijo en tono divertido:—¿Por qué no lo reconsideras? Quédate aquí. Quédate en Ríoalegre, conmigo...
Antes de que pudiera terminar la frase, Ángeles le soltó un puñetazo.—¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Definitivamente, aléjate de mí.
Él estaba d
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