Capítulo 311
Villa Esperanza estaba ubicada al este y era el patio más elegante de toda la hacienda. Dentro de este se encontraban varias suites, todas impecablemente limpias y meticulosamente ordenadas.
—Señorita Ángeles, aquí es. Descanse bien. Voy a asignar a algunas criadas para que la atiendan. Si necesita algo, no dude en pedírselo a ellas.
—Sí, lo sé.
Ángeles respondió de manera distraída, con un ligero bostezo que aparentaba un gran cansancio. Dio un par de pasos hacia la suite, cerró la puerta tras de sí, se lanzó sobre la cama amplia y suave, pateó los zapatos hasta que salieron volando y se envolvió por completo en la manta, cubriendo su cabeza para dormir.
Sin embargo, debajo de la manta, los ojos de Ángeles se abrieron de golpe. ¿Cansada? Para nada lo estaba.
¡Emilio, ese perro rabioso!
¡Ese maldito pervertido!
¡Había instalado cámaras ocultas en la habitación!
Desde el momento en que puso un pie en la suite, Ángeles sintió la mirada de alguien fija sobre ella.
Aprove
Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil