Capítulo 112

Ninguno de ellos podía seguir bebiendo y todos estaban inseguros de si debían dejar sus copas cuando se dieron cuenta de que todo aquello era un espectáculo para advertirles. Lucas, comparativamente más tranquilo que el resto, no reaccionó mucho aparte de fruncir el ceño con disgusto. Incapaz de soportarlo más, Anne gritó: “¡Ya basta!”. Había pensado que se trataba de otro plan más que él tenía para humillarla, pero nunca se había imaginado ver algo tan violento y no pudo soportarlo. La expresión de Anthony seguía siendo fría. “No hace falta que pidas clemencia para ellos. ¡Continúen!”. Los lamentos resonaron por la habitación y el Señor Moore cayó al suelo sosteniendo su palma casi cortada, mientras que el Señor Pat tenía una daga enterrada profundamente en su mano, inmovilizándolo contra el suelo. Los gritos dentro de la habitación sonaban como si procedieran de un matadero. El suelo pronto se tiñó de carmesí y los guardaespaldas arrastraron a los hombres afuera cuando termina