Capítulo 92

—No es una cita, solo es cenar. —Lo entiendo. El ambiente se volvió tenso, y Patricia perdió el apetito, apenas comiendo algo más. De regreso, Ignacio conducía mientras Patricia permanecía en silencio, sin decir una palabra. De vez en cuando, él la miraba de reojo. Finalmente, ella cerró los ojos, mostrando un semblante cansado. Al llegar al edificio de su casa, Ignacio salió del coche para abrirle la puerta, y ella le agradeció con voz suave. Incluso la acompañó hasta la puerta de su casa, donde Patricia finalmente habló: —Lo siento, no estoy en mi mejor momento hoy. —¿Te he hecho sentir incómoda? —Para ser honesta, sí. Los ojos de Patricia se humedecieron: —Recordé cosas no tan buenas. Mi matrimonio con Álvaro fue apresurado. No sé si lo sabías, pero no quiero cometer el mismo error otra vez. Antes de que algo se concrete, no digas que lo nuestro es una relación amorosa. —Si al final no funciona, o si alguien se opone, eso también podría afectar tu reputación. Si lueg