Capítulo 400
Patricia sufre de un dolor de cabeza terrible, ya no lo soporta más y decide salir, llevando a Álvaro a un callejón cercano. Con evidente enfado y las manos en la cintura, le reprocha: —¿Ya te has divertido lo suficiente?
—No estoy jugando, intento compensarte, hacerte feliz.
—No hace falta, no necesito nada de eso.
—Patri, ¿vas a dejarme completamente otra vez?
—¿Estás bromeando? ¿Cómo me atrevería?
Álvaro, con los hombros caídos y en tono lastimero, responde: —Patri, te prometo que no habrá una próxima vez, aseguro que no volverá a suceder.
—¿Has gastado tanto dinero y no vas a tener sexo con ella unas cuantas veces más? Qué aburrido.
Patricia lo ridiculiza, sin importarle su propia dignidad.
Álvaro se siente frustrado internamente: —Patri, ¿qué necesito hacer para que me perdones?
—No se trata de perdonar o no, te lo repito, no nos divorciaremos por ahora, pero dejémonos en paz, tengo mi propia vida, estoy ocupada, no tengo tiempo para dedicarte, maneja tus propios asuntos.
—En cuan

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