Capítulo 227
—Vi a Ubaldo en el compartimiento vecino.
—Oh, se escondió en el compartimiento vecino.
—Jefe, ¿sabe que viniste y no quiere verte?
—Podría ser.— Álvaro tosió nuevamente y tomó un sorbo de agua. —Hijo de perra.
—¿Entonces, lo vamos a ver?
—Sí, iré a buscarlo personalmente.
Adrián intentó detenerlo, pero se tragó las palabras y quiso seguir a Álvaro, quien hizo un gesto con la mano. —No es necesario, tú quédate aquí y charla con ellos por mí, yo iré solo.
Adrián: —¿Ah? ¿Que él hable? ¿Cómo iba a hablar por el jefe? ¿Sobre qué?
El compartimiento vecino estaba lleno de vida.
El espacioso compartimiento tenía una banda en vivo, muy animado, incluso podían pedir canciones y la banda tocaba lo que pedían.
Ubaldo estaba sentado entre dos mujeres, riendo alegremente, casi no se le veían los ojos, y las demás personas en el compartimiento le complacían en todo, solo para sacar alguna información útil de él, pero sin éxito durante toda la noche.
Cuando Álvaro entró, no toc
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