Capítulo 100 La fama del gran médico
Simón miró primero hacia donde estaba Rocío y, con una linda sonrisa, le preguntó: —Señorita Rocío, ¿ya pasaron los tres minutos? ¿No es así?
—Ya van cinco minutos.
Al recibir la respuesta de Rocío, Simón giró de inmediato con altivez la cabeza hacia Tomás.
—¡Doctor Tomás, lo escuchó bien! ¡Ya pasaron cinco minutos y aún sigo vivo, tan campante como siempre! ¿Y eso qué significa? ¡Significa que no mentí!
Tomás quedó petrificado.
Miró a Simón con incredulidad.
¿Ese campesino vulgar no había muerto? ¿Y además estaba completamente ileso y tan campante como siempre?
¿Su Maleficio de la Muerte Eterna, que no había fallado en décadas, no había logrado acabar con la vida de ese miserable campesino vulgar?
—Doctor Tomás, ¿le sorprende que no haya muerto? ¿No es así?
Simón le acercó el hombro, invitándolo con tono provocador.
—¿Qué le parece, doctor Tomás? ¿Por qué no me da otros dos golpecitos en el hombro y me lanza de nuevo el mismo maleficio que falló hace un rato?
—¿Qué estás diciendo? ¿Qu

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil