Capítulo 25
Ella, como la hermana mayor, necesita proteger a sus hermanas y también a su madre.
—¡Basta ya!
Laura reprendió con severidad: —¿Así maldices a tu familia?
Señorita Laura, ellos son los Vargas, su familia, no la mía.
Fernando, apretando los dientes, dijo: —¡Qué ingenuo!
Ya no pudo contenerse y soltó lo que realmente pensaba.
¡Una persona así merece un final trágico por su propia culpa!
—¡Tú! ¡Te atreves a insultarme!
Laura se enfureció al instante.
Este era su hermano menor, un niño mucho más joven que ella, ¡que se atrevía a insultarla de tal manera!
Ella, que había sido venerada durante años, nunca había sido insultada de esa forma.
—Laura.
Natalia tomó a Laura, tratando de calmarla.
Lo más importante ahora era resolver la situación.
Los tres volvieron a caer en un silencio, sin conversar.
La atmósfera se volvió más opresiva, como si estuvieran sumergidos en agua.
Finalmente.
—Volvamos a casa, te pido disculpas, antes te hemos descuidado, no lo haremos más.
Te prometo que de ahora en
Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil