Capítulo 45

—¡Carmi, espera! Al ver que Carmen se marchaba, Javier se desesperó e intentó detenerla, pero Alejandro intervino: —¡Señor Javier! Inicialmente quería darle un puñetazo a Javier, pero al ver los brazos musculosos bajo las mangas remangadas de Javier, se dio cuenta de que probablemente terminaría volando con un solo golpe, por lo que desechó esa idea. —Por favor, no se acerque más a nuestra Señorita Carmen. Ella ya se ha divorciado de usted. Por favor, firme los papeles de divorcio lo antes posible. ¡Gracias por su cooperación! ¿Papeles de divorcio? Laura se sobresaltó al escuchar esto, sus ojos brillaron por un instante, luchando por mantener la sonrisa de su rostro. [Carmen, finalmente no pudiste resistirte, ja, parece que mi día para convertirme en Señora Gómez está cerca.] Solo de escuchar a Carmen hablar de los papeles de divorcio, Javier ya estaba furioso, y ahora que un hombre extraño lo mencionaba, estaba fuera de sí, agarró el cuello de la camisa de Alejandro y amenazó: —Si vue