Capítulo 140

Ella no quería que su amigo, quien había enfrentado tantas dificultades junto a ella, estuviera tan afligido. —¡Danilo, detente! ¿Por qué no te detienes? ¡Lo lamentarás! ¡Definitivamente lo lamentarás! El tiempo pasa rápidamente, solo podemos avanzar. En este mundo, lo más aterrador es arrepentirse. Ella no quería que Danilo se arrepintiera, pero él no se daba ninguna oportunidad de redención. La voz de Yaritza se volvía cada vez más débil, hasta que finalmente el dolor la dejó incapaz de hablar. Una oscuridad densa la golpeó y en un instante, su mundo entero fue devorado completamente. Yaritza pensó que su vida había terminado así. Con todo su resentimiento y amor-odio. Para su sorpresa, todavía no había muerto. Un balde de agua fría se derramó sobre ella, haciéndola estremecerse violentamente, y lentamente abrió los ojos. El agua fría lavaba la herida en su espalda, un dolor ardiente la invadía, y Yaritza instintivamente quería abrazarse para aliviar el dolor, pero estaba atada con c