Capítulo 171
Si no fuera por la pulsera en su muñeca, Belén pensaría que lo ocurrido anoche había sido solo un sueño.
Esperó hasta las nueve.
Fue al restaurante de abajo a comer.
Oscar le sirvió un vaso de leche: —¿Dormiste mal?
Belén negó con la cabeza: —Sí.
—Después, Cipriano te acompañará al hospital. Si no te has divertido lo suficiente, puedo ayudarte a pedir permiso.
Belén tomaba su sopa de arroz: —Los padres de otros siempre esperan que sus hijas estudien bien y consigan un buen trabajo en el futuro. ¿Por qué parece que deseas que siempre esté contigo? ¡Qué tipo de hermano eres.
Oscar! —No necesitas esforzarte tanto, Oscar puede mantenerte.
—Oscar, eres tan extraño. Si me casara, ¿también seguirías manteniéndome? ¿No temes que Lourdes se enoje?
Oscar solo sonrió: —¿Qué tipo de persona te gusta, Belén?
Belén también respondió sin rodeos: —Me gustan los que son fieles en el amor, que tienen piernas, vuelven a casa a tiempo después del trabajo, pueden rechazar las tentaciones externas, y en
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