Capítulo 94

El capitán frunció el ceño ligeramente y, acompañado de dos guardias de seguridad, entró en la sala. —Señor, por favor abandone el aeropuerto. Ahora se encuentra en nuestra lista negra. Al ver esto, Iker se quedó con el rostro descompuesto. En su interior sentía un profundo remordimiento; por primera vez en su vida lamentaba haber hablado de más. ... A las tres de la tarde llegamos sanos y salvos a Costadorada. Javier llamó a dos taxis para llevarnos al hotel que había reservado. Nos pidió que esperáramos en el vestíbulo mientras él iba a la recepción a recoger las llaves de las habitaciones. La escuela nos había reservado una suite para cinco personas. Cinco habitaciones y una sala común, cada dormitorio con su propio baño privado. Desde que entramos, Bruno no dejó de expresar su asombro. —¡La escuela ha sido bastante generosa! ¿Esto es lo que llaman una suite presidencial? Las palabras de Bruno captaron la atención de Mario, que no pudo evitar reflexionar. —¿No se supone que una suit