Capítulo 63

Si hubiera sido un comprador común, probablemente habría caído en la trampa de Mónica y tendría que renunciar a esta joya. Lástima que se encontró conmigo. Aunque no soy un cliente frecuente de Haven D, mi madre sí lo es. Resulta que mi madre me dio una tarjeta de miembro Black Gold de Haven D, que me otorga el derecho a comprar el Corazón Azul Marino. Cuando Mónica vio que sacaba la tarjeta Black Gold, sus ojos se llenaron de envidia. El gerente Ramón revisó la tarjeta Black Gold. Al confirmar mi información, su actitud se volvió extremadamente respetuosa. —¿Es usted el Presidente Miguel, el magnate inmobiliario? No sabía que vendría a la sede, disculpe mi descortesía. El Corazón Azul Marino que ha solicitado, se lo empaquetaremos de inmediato.—Diciendo esto, el gerente Ramón se dirigió rápidamente a hacer una llamada. Adriana, comprendiendo finalmente la situación, se acercó a Mónica y le susurró al oído. Mónica frunció el ceño.—¿Presidente Miguel? —¿Ha venido a H