Capítulo 49

Aurora permaneció en el umbral hasta que el coche de Gastón desapareció completamente de su vista. Entonces se giró. Desde las ventanas panorámicas del hotel, observó a Juan frente al estanque, alimentando a los peces. Él no llevaba abrigo; su camisa negra delineaba su buen físico, su figura erguida y atractiva difícilmente pasaba desapercibida. Aurora regresó y se quedó detrás de él, sin decir una palabra. Había decidido venir, ya estaba preparada para enfrentar su "castigo". Juan se volvió, la miró levantando la cara, con un aire trágico de quien acepta su destino, y sonrió. —Sabes que me molesta verte con Gastón, ¡pero atrévete a hacerlo de nuevo! Aurora no se defendió, de todos modos, él no le creería. Su expresión era similar a la que tenía Blanca cuando rompió su broche. En aquel entonces, él esperaba que se defendiera. Pero no lo hizo, porque estaba segura de que él tomaría el lado de Blanca, dejando que él la "malinterpretara". Juan esparció todo el alimento para peces, se sacu