Capítulo 43
Gastón no podía creer lo que escuchaba. —¿Estás bromeando, verdad?
Sonrió y luego acarició el dorso de su mano. —Rora, ¿podrías retractarte de lo que dijiste, por favor? No soportaría no verte; enloquecería si no lo hiciera.
Aurora sentía un nudo en la garganta, áspero y doloroso. Se secó una lágrima del rabillo del ojo con el dedo y suspiró. —Gastón, justo ahora, yo...
Todavía no podía decirlo.
No podía pretender que nada había ocurrido.
Aunque había sido por la medicación, no fue intencional.
—Lo sé, pero ¿y qué? No es tu culpa, no tienes por qué preocuparte ni sentirte culpable conmigo. Aún no te he conquistado, pero mientras estés aquí, hablando conmigo, me siento tranquilo. Me asusté cuando no pude encontrarte.
Los ojos de Aurora se llenaron de lágrimas nuevamente.
Gastón se acercó y con mucha ternura, secó sus lágrimas. —No llores, por favor. Tu rostro está herido y las lágrimas son saladas; puede doler mucho.
Aurora no pudo evitar reírse de nuevo por sus palabras.
—Si es por cos
Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil