Esa tarde, Catherine estaba almorzando en el comedor cuando Shaun la llamó. El tono del hombre apestaba a arrogancia. “Ruégame. Si te divorcias de mí, te ayudaré con el asunto de las empresas de construcción”.
“No te preocupes. Lo resolveré yo misma”.
Ella lo rechazó rotundamente.
Una fría sonrisa apareció en su rostro. “¿Lo solucionarás llamando a los presidentes de esas empresas y usará métodos deshonrosos?”.
La mujer se rio. “Realmente harás todo lo posible solo para divorciarte de mí. Debes haber estado ocupado tratando de convencerlos”.
“Tú te lo buscaste”. El tono de él era poco amistoso. “No habría ido tan lejos si no hubieras sido tan grosera con Sarah y no hubieras mantenido esos ingenuos sueños tuyos. Te sugiero que firmes los papeles pronto para tu tranquilidad o no me importaría tomarme el tiempo para seguir jugando este juego contigo”.
“Parece que tu novia pretenciosa ha estado ocupada quejándose”, ella respondió con indiferencia. “Puedes seguir jugando todo lo que q