Capítulo 188 ¿A dónde vas?
Al salir del estudio, Angélica sintió que las últimas palabras de don Octavio tenían otro tipo de significado.
Pero no se detuvo a analizarlo.
Cuando bajaba las maletas del segundo piso, justo se encontró con la señora Sheila regresando del exterior.
Al ver su equipaje, con desprecio burlón dijo: —¿Te vas? Pensé que te quedarías aquí para siempre.
Angélica miró a esta mujer de mediana edad, aún sin saber lo que Daniel había hecho, y si Daniel dejara de ser el heredero del Grupo Herrera...
—¡Esa mirada tuya tan confusa!
La señora Sheila, la miró con lástima, esto la molestó de inmediato.
Una hija de una familia menor, Celia, sin vergüenza alguna, hizo aquello, ¿y se atreve a compadecerla?
—Escucha bien, después de casarte con nuestro Daniel, no te creas la primera dama de compañía, solo estás para servir a Daniel en casa, y no debes vestirte como ahora lo haces, atrayendo demasiada atención.
Angélica se miró a sí misma, con un sencillo suéter blanco de cuello alto bajo un blazer de twee

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