Capítulo 112 Creo que estoy embarazada
—Sin mi permiso, ¿quién te dejó venir?
Daniel habló en un tono calmado, pero con una frialdad subyacente.
—Tío Daniel, te extrañé. Siempre estás ausente de casa Herrera, hace mucho que no nos vemos. ¿No me extrañas?
Brisa habló con una voz suave y delicada, pareciendo afligida y compungida.
Desde el sofá, Daniel echó un vistazo a la mujer que reposaba junto a sus piernas. Sus ojos estaban llorosos y su expresión, inocente.
Después de todo, Brisa había estado con él por cinco o seis años.
Él levantó su barbilla. Su rostro se veía inocente y deseable, y en la cama mostraban una gran química, lo que lo tenía fascinado.
Pero ahora...
Daniel murmuró con los labios apenas abiertos: —Te enviaré al extranjero. Puedes elegir cualquier país, establecerte con una casa, un carro y dinero para gastos. No te faltará nada.
Brisa se alarmó, agarrando sus piernas con fuerza. —¿Ya no me quieres? Tío Daniel, dijiste que este lugar era mío...
Señaló el pecho de Daniel, mientras las lág

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