"¡Despídelo también!". Henry respondió sin piedad.
Joe todavía estaba un poco preocupado. "Pero qué hay de la señora...".
"No tienes que preocuparte por Yvonne. Le daré una explicación. Solo necesitas hacer lo que debes hacer. Además…”. Henry se frotó el entrecejo. Sus ojos se volvieron fríos y feroces de nuevo. "¿Qué hay de la condición de los Conrad dado que ahora se están quedando en el extranjero?".
"Tienen las manos atadas", respondió Joe.
Henry enarcó una ceja. "¿Qué quieres decir con eso?".
“Lo que quise decir es que Dominic quiere expandir el negocio del Grupo Conrad en el extranjero. Pero el mercado exterior está saturado, especialmente la industria de la moda. Está monopolizado por numerosas marcas de lujo. Es casi imposible para él expandir su negocio allí. Actualmente, se está volviendo loco por ello. Él incluso…".
“¿Qué más hizo? ¡Dime!". Henry frunció el ceño con impaciencia.
Joe se tocó la nariz y organizó sus palabras. “Quiere volver aquí. La gente que envié para