Capítulo 18 Desilusión
Por un momento, la noticia del aborto espontáneo de Paola cayó sobre Noelia como un rayo en un día despejado, dejándola completamente paralizada en el lugar.
Ella miró incrédula a Héctor. —¿Cómo?
Héctor se mostró algo incómodo, pero aun así dijo la verdad: —Ella aún está en el quirófano del tercer piso.
Lo más importante era que Antonio estaba en ese lugar, sin moverse de su lado, sin tan siquiera salir a recibir a don Tomás cuando este llegó.
De repente, Noelia se empalideció de la mucha preocupación que de repente sentía.
Ella empezó a inquietarse.
Especialmente después de aquel inesperado bofetón y recordando la amenaza de Paola, no se contuvo ni por la presencia de don Tomás y bajó de manera precipitada del auto.
Ella necesitaba ver a Antonio.
Necesitaba aclarar la verdad de los hechos.
De lo contrario, con la situación actual de Paola, seguramente le atribuirían los cargos y la culpa del homicidio.
Eso era algo que ella no podía soportar.
Al verla dirigirse a
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