Capítulo 2365

Aino incluso se frotó la parte de atrás de su mano contra las filosas rocas. Finalmente, los tres hermanos se habían quedado dormidos. La joven se liberó muy rápidamente. Las cuerdas que la sujetaban estaban muy flojas y no pudieron amarrarla en absoluto. Ella se desató muy rápidamente y salió de la cueva. El exterior de la cueva estaba completamente oscuro. Aino inmediatamente se asustó hasta llorar. Sin embargo, para poder ver a sus padres primero y no ser controlada por las malas personas, sin importar el miedo que tuviera, también tenía que apretar los dientes y marcharse. Aunque los ojos de Aino estaban en la oscuridad, había memorizado todos los caminos y rutas. Después de caminar en la oscuridad por un rato y de haberse orientado, hizo todos los giros con precisión. De esa manera, Aino pasó una hora completa bajando tranquilamente las montañas hasta llegar a un camino adecuado. En ese momento, ya había amanecido. Aino se escondió detrás de un gran árbol que no tenía nada e