Capítulo 1858
Aino asintió con la cabeza. “Tía Jane, te extrañé, y extrañé a mi hermano”.
Su voz era suavecita. Tan suave que hizo a Jane sentirse un poquito desolada. Puso al bebé en la cuna, y luego dijo con ambos brazos abiertos: “Buena niña, Aino. Ven rápido y déjame verte. Sé que has sufrido agravios estos últimos días. Sé que extrañas mucho a tu madre. Ven acá rápido, bebé”.
Aino instantáneamente estalló en lágrimas. “Tía Jane, ya no tengo madre”.
Saltó hacía los brazos de Jane, y lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de Jane. “No llores, bebé. Tu madre es una persona muy fuerte. Ella no será fácil de derrotar. Tiene una habilidad de sobrevivir más fuerte que una persona común. Además, ella es muy robusta. Definitivamente estará bien. Créeme”.
Aino asintió con la cabeza. “Mm-hmm. Yo también creo en mi madre, Tía Jane”.
“Vamos, no llores, mi niña. Ven, déjame secar tus lágrimas”. Cuando Jane se volteó a conseguir una servilleta, vió a Maysun. “Es esta… ¿la cuidadora?”. Jane examinó confun
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