Capítulo 1175
"Sí, ahora". Colgando, Santiago corrió su auto a la casa de Raeleigh. Al llegar, se bajó del auto y entró a buscar a Cynthia, quien aún no se había cambiado de ropa.
—Cámbiate y vámonos —dijo Santiago con decisión—. Cynthia lo masticó por un momento antes de girarse para tomar su abrigo y salir con Santiago. Mientras estaba en el auto, dijo: "No creo que sea el momento adecuado para que pasemos el rato".
"No hay nada bueno o malo al respecto. Mira, has estado ocupado durante una semana y te debes este tiempo fuera". Santiago esbozó una sonrisa. Al principio, Cynthia quiso decirle que no había hecho mucho, pero las palabras no se pronunciaron.
Corrió a una joyería, salió del auto y entró a comprar un brazalete de diamantes para Cynthia. Ella dijo que no lo quería porque era un regalo demasiado lujoso. A pesar de su objeción, igual hizo el pago y dejó que ella se lo pusiera antes de darse la vuelta y salir de la tienda.
Cynthia lo persiguió por detrás como un pollito.
Ella pretendía segu
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