El pijama de puro algodón con lindos estampados de animalitos que llevaba Jenna la hacía lucir linda y tierna. Su cabello largo todavía goteaba agua ya que acababa de salir de la ducha. Su piel era clara y ligeramente sonrojada. También fue muy suave.
Tan pronto como salió del baño, vio que Larry estaba ordenando la habitación para ella. Ella era capaz y enfocada. Parecía que no se dio cuenta de que Jenna estaba justo detrás de ella.
Jenna se apoyó en el marco de la puerta, cruzó los brazos sobre el pecho y observó en silencio a Larry mientras hacía la cama.
Larry se inclinó para observar primero las sábanas y luego las tocó con las manos. Después de un largo rato, extendió la mano y hábilmente quitó las sábanas. Tomó las nuevas sábanas rojas que estaban apiladas a su lado y las extendió suavemente. Las sábanas rojas se elevaron en el aire como una nube de fuego mientras aterrizaba lentamente justo en el medio del colchón. Larry las sacudió suavemente y las sábanas cayeron perfectament