Capítulo 723

Sin embargo, después de encontrar a Hua Lifang, él no le dio los vestidos. No sabía por qué. Al igual que el pequeño brazalete de plata, él tampoco se lo dio a Lifang. Era como si una vez que se los diera a Lifang, todos sus años de extrañarla llegarían a su fin. '¿Qué diablos está... pasando?'. Durante dos días, todo lo que él podía pensar era en el comentario que ella hizo el otro día cuando le dolía la cabeza. ‘¿Eso realmente fueron disparates?’. Las marcas rojas en su muñeca se habían desvanecido, pero la sensación de ser agarrado parecía quedarse allí. "¡Ling Yiran, dime cuál es la verdad!", murmuró Gu Lichen mientras sus manos se envolvían suavemente alrededor del largo vestido púrpura que colgaba en el armario. Era como si estuviera abrazando al amante más íntimo... ... "¡Ah!". Ling Yiran se despertó sobresaltada. Lo que le pegó sus ojos era la oscuridad, pero cuando se tocó la frente, todo era sudor frío. Ella había estado soñando de nuevo. En el sueño, la niña carga