Capítulo 18
Sin embargo, la temperatura de Carlos hace un momento parecía un poco alta.
Parecía que tenía fiebre...
Al ver lo preocupado y ansioso que estaba, Raquel sintió algo inesperado en su interior: una pequeña chispa de alegría.
—Raqui, ¿Raqui? —Carlos la llamó dos veces.
Raquel volvió en sí y lo miró, un poco confundida por la seriedad en su rostro, —¿Qué pasa? —preguntó, extrañada.
Era la primera vez que veía a Carlos con una expresión tan seria.
Su habitual frialdad parecía haberse desvanecido en este momento, —Te llamé varias veces y no me respondías. ¿Es tan grave que ya ni siquiera puedes oírme? —dijo él, claramente preocupado.
Raquel no vio la necesidad de mentir en este caso, la respuesta era innegable, —Sí. —respondió con sinceridad.
Carlos, manteniendo su tono serio, compartió sus pensamientos, —Si realmente no puedes, no te esfuerces tanto. Al final, vendré a buscarte siempre que sea necesario. Soy tu chofer exclusivo. —añadió con una sonrisa tranquilizadora.
Pero Raquel no estab
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