Capítulo 23

Rafael se puso de pie y, con hipocresía, dijo: —Todo gracias a que ustedes me han favorecido, dejándome ganar estas cosas tan buenas. De lo contrario, realmente no hubiera ganado la subasta. ¡Todos deben venir a la ceremonia de colocación de la primera piedra, y me aseguraré de atenderlos bien! —Es típico del señor Rafael, siempre tan generoso. —¡Qué vergüenza! No esperaba que Federico ni siquiera pudiera ofrecer 4.1 millones de dólares, parece que realmente ha perdido toda esperanza. Gabriela, escuchando esos comentarios ociosos y preocupada, apretó la mano de Federico: —Señor Federico... no se sienta mal. Los regalos de cumpleaños son todo acerca del gesto. —Estoy bien. —Incluso se sentía de buen humor; pronto Rafael estaría llorando. Miró su celular y envió un mensaje. —¡El abuelo siempre ha favorecido a Rafael y su grupo! ¿De qué se alegra? Todo ese dinero es del abuelo, de todas formas. —Paula, furiosa, tenía los ojos rojos: —Voy al baño. —Entonces... iré a ver cómo está Paula. G