Capítulo 20
Sin decir nada, revoleé los ojos y me giré para salir.
Julián me seguía: —¿Cuándo llegaste a Ciudad Solarena? ¿Cómo es que viniste a ver casas? ¿Planeas comprar una casa aquí?
¡Él no para de hablar!
¡Como una rana gigante!
No pensaba ni volver la cabeza, pero de repente Julián preguntó: —¿Tu familia sabe que estás en Ciudad Solarena para comprar una casa?
Me detuve bruscamente y me giré hacia él.
Julián sonreía con astucia: —Ahora finalmente has parado.
Aprieto los puños y lo miro frunciendo el ceño: —¿Qué quieres decir?
—Nada.— Julián se acerca con una sonrisa: —Solo quiero pasar un buen rato contigo. Soy de Ciudad Solarena y, en honor a nuestra amistad, debería mostrarte un poco la ciudad y comer algo, ¿no?
—No es necesario.
—¿Y si te consigo un descuento cuando compres la casa? De lo contrario...— Julián se tocó la barbilla: —Podría decirle a...
—Cállate.— No lo dejé terminar y lo interrumpí.
Mirando a Julián tan seguro de sí mismo, solo quería golpearlo.
En los días siguientes, Jul
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