Capítulo 91

—Ya que has venido aquí hoy, te lo diré sinceramente. La situación ha llegado a tal punto que es imposible que yo ceda. Dile a Mario que no quiero sus acciones. Nos veremos en el tribunal. Después de estas palabras, Rafael se levantó. Solo en ese momento, Adriana comprendió que la cuestión ya no era cuánto estaría dispuesto a pagar Rafael por las acciones de Mario. Su objetivo era mantener su dignidad y hacer que Mario se arrepintiera de haber discutido con él. Al ver que no había espacio para negociar, Adriana sintió un atisbo de pánico. Se acercó a Rafael, hablando con un tono tan amable y respetuoso como le fue posible: —Señor Rafael, debe reconocer las contribuciones que el señor Mario ha hecho al Grupo Buen Sabor. Si lo aplasta por completo, ¿no lamentará acaso el declive del Grupo Buen Sabor de aquí en adelante? —No. Respondió con una sola palabra y se marchó con determinación. Adriana quedó allí, paralizada, reflexionando... Esta disputa legal era inevitable. ... De regreso a la