Capítulo 47

—Justo al elegir una tumbona, él quería una de color beige y yo prefería rosa. Argumentó que si ni siquiera podíamos decidir sobre algo tan trivial, ¿acaso su pobreza le negaba el derecho a hacer sugerencias? Además, señaló que al hacerle firmar un acuerdo prenupcial, parecía que no deseaba una vida armoniosa con él, que no confiaba en sus intenciones. Aseguró que, a mis ojos, el dinero era más importante que nuestros sentimientos y que lo despreciaba. Enojada, me marché. Adriana y Lucía intercambiaron miradas. Lucía inquirió: —¿Pero él no había aceptado el acuerdo prenupcial previamente? —Sí, me sentí mal, así que le sugerí que él mismo redactara el acuerdo y yo simplemente lo firmaría sin revisarlo demasiado. Sin embargo, hoy lo usó para atacarme de repente. —Rosa, ¿has considerado que las diferencias entre tú y Fernando son demasiado amplias? Proceden de entornos distintos y claramente poseen diferentes perspectivas sobre los valores y el dinero. Si ya están discutiendo por el